domingo, 4 de septiembre de 2011

Consejos para educar a tus hijos a menos de veinte metros (II)


Cuando veas que tu hijo de siete años tiene los pómulos enrojecidos y empieza a decir bobadas, no le des más vino con gaseosa, porque tus amigos y familiares ya se han reído bastante con él, y él también bastante.


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