El primero y más importante: no vocees a tu hijo en la terraza de un bar con un señor sentado al lado leyendo un libro con cara de buena persona, cuando se encuentre a más de veinte metros, y sobre todo, no le vocees que no vocee él; como consejo, recomiendo que el padre, madre o tutor le haga una señal al hijo lejano, haciéndole ver claramente que se debe acercar, y una vez juntos, progenitor y descendiente, el primero grite en el oído al segundo, no tan fuerte como si estuviera a veinte metros, pero sí lo suficiente como para causarle un daño, y así, causárselo sólo a él.
( en el próximo folletín, descargas eléctricas para padres e hijos conjuntas)