jueves, 1 de septiembre de 2011

Fisterra


El otro día, Ruth y yo, vimos cómo el sol desaparecía ardiendo, quemando parte del océano atlántico, en el faro de finisterre, ahora convertido en hotel, donde Ruth me regaló una noche por mi cumpleaños, para ver el fin de la tierra, el fin del mundo conocido. Allí se entiende por qué los romanos se dieran la vuelta y se fueran directamente a por dios.

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a que sí o a que no