Consejos para educar a tus hijos a menos de veinte metros (II)
Cuando veas que tu hijo de siete años tiene los pómulos enrojecidos y empieza a decir bobadas, no le des más vino con gaseosa, porque tus amigos y familiares ya se han reído bastante con él, y él también bastante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
a que sí o a que no